Un año más volvemos a seguir con las
clases en pleno verano. Son pocos los que suelen acudir, pues el
calor, las vacaciones, un merecido descanso, pasar más tiempo con la
familia.....todo esto y mil razones más suelen ser motivo para no
entrenar.
Pero aquí están los que no quieren
vacaciones, los que viven el Kyokushin y no puede pasar un día sin
entrenar y saludar con un fuerte Osu !! Alumnos entregados al camino
Marcial que hacen del Karate una forma de vida. No solo se entrena y
se suda en cada clase, llena de ilusión y sacrificio. Hablamos y
resolvemos nuestros problemas cotidianos, aprendemos unos de los
otros, tomamos consejos de los que tienen experiencia, esto es la
hermandad del Budo.
Muchos entran y salen, abandonando el
Kyokushin por numerosos motivos, pocos perduran y son capaces de
mantener el ritmo, pero....los que continúan experimentan un cambio
importante.
No estoy hablando de un cambio físico
que también es apreciado, es el cambio como persona, la madurez en
la vida y sus importantes decisiones. El perseverar en un sueño, en
tus ilusiones o el trabajo a realizar día a día. Esa fortaleza que
nos enseña que no hay limites y que todo sueño con trabajo y
esfuerzo puede ser logrado.
Este es el trabajo a realizar en un
Dojo, formar buenos guerreros en todos los aspectos y hacer que este
legado perdure en el tiempo. No es fácil y a veces el camino esta
lleno de obstáculos, pero entonces piensas en todo lo recorrido, en
el sudor y muchas veces la sangre derramada, en la experiencia
acumulada y sigues hacia el frente con valor y determinación.
Por muy lejano que este el horizonte,
si allí están las respuestas a tus preguntas, tu meta o tu sueño,
debes de seguir y alcanzarlo sin vacilar. Tienes el respaldo de mil Guerreros que lo consiguieron.
Un saludo a todos los del Club Wolf y
sus numerosos seguidores y simpatizantes.